Contradicciones y memoria selectiva en el juicio por el asesinato de un joven en Anchuelo por un piso okupa

Varias personas sostienen una fotografía del joven de anchuelo.
Varias personas sostienen una fotografía del joven de anchuelo.
EP
Varias personas sostienen una fotografía del joven de anchuelo.

Los acusados del asesinato de Iván Toribio, el joven que murió de una puñalada en el corazón en febrero de 2019 en Anchuelo, han incurrido en multitud de contradicciones durante su declaración en el juicio en relación con las manifestaciones que efectuaron en sede judicial cuando fueron detenidos, negando en sendos casos haber participado en el crimen.

La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado este martes la segunda sesión del juicio contra Libertad M. y Adolfo V., quienes se enfrentan a una petición fiscal de quince años de cárcel por la presunta comisión de un delito de homicidio.

La familia del joven fallecido eleva la solicitud de pena a veinticinco años al considerar que se trató de un asesinato, ya que la víctima recibió una puñalada por la espalda y no se pudo defender.

El fiscal del caso, Ignacio Stampa, mantiene la tesis que detrás del crimen había una mafia okupa que quiso quitarle el piso en el que residía de forma ilegal en una corrala y por el que había pagado para dárselo a un vecino del mismo edificio, versión corroborada por los testigos presenciales.

Según las investigaciones policiales, Iván había sufrido amenazas de este clan de etnia gitana que habría okupado el edificio en el que vivía él y sus supuestos asesinos. Vivían en el mismo pasillo.

Venta de un coche

En su declaración, Libertad M. ha detallado que la discusión que desembocó en la fatal muerte de Iván se produjo por la venta de un coche. Según su relató, el día de los hechos estaban celebrando su cumpleaños en la corrala y un vecino, testigo protegido en la causa, le propuso venderle el coche de Iván por 800 euros.

Tras ello, se marchó con Adolfo, el vecino y la víctima a comprar cerveza a Alcalá de Henares, muy próximo a Anchuelo, y al regresar se produjo la discusión en el piso del testigo protegido, donde estaba su mujer y su hija pequeña.

"Llegaron a las manos y G. cogió una katana. En ese momento me entró el pánico, cogí a mi madre y nos fuimos", ha manifestado la encausada preguntas del fiscal. Frente a ello, este le ha recordado que en sede judicial manifestó que vio cómo se le caía la katana a Iván encima, a lo que esta ha replicado que estaba muy nerviosa y mintió por el miedo a las amenazas de la familia del fallecido.

De igual modo, ha reconocido que mintió ante el juez al afirmar que el otro acusado entró a la casa cuando ya había pasado todo, pero, en cambio, sí dijo la verdad al manifestar que el testigo protegido le amenazó con una pistola, algo que no denunció ante la Policía porque tenía miedo.

El segundo acusado

En su turno, el otro acusado ha relatado que ese día acudió al cumpleaños, pero se fue con su mujer, ya que se encontraba fugado de un permiso carcelario y quería "disfrutar con ella".

En un momento determinado de la tarde, sobre las siete, escucharon voces y se asomó al pasillo. "Vi al chico en el suelo con un pinchazo y me fui por miedo a que viniera la Policía y me identificara porque estaba fugado", ha narrado.

Entonces huyó a Barcelona con su mujer y sus cuatro hijos por miedo a las amenazas de la familia de Iván, ya que Libertad es su cuñada y podrían tener represalias con él. Se refugió junto a su familia en casa de su abuela.

En cuanto a sus manifestaciones en fase de Instrucción, el segundo acusado ha indicado que sufrió golpes por parte de los policías que le detuvieron en Barcelona y le trasladaron a Zaragoza, por lo que se vio coaccionado y mintió ante el juez al manifestar que Libertad acuchilló a la víctima.

A preguntas del fiscal, ha dicho seguidamente que no mintió cuando afirmó que Libertad le acuchilló en defensa propia. "Pero aclárase: ¿mintió sobre si Libertad le acuchilló, lo hizo por defensa propia, cómo lo sabe?", le ha inquirido el fiscal, a lo que este ha espetado que no lo sabía.

Stampa le ha recordado que en Instrucción reconoció que hubo un forcejeo con Iván y a éste se le cayó un cuchillo, lo que aprovechó su cuñada para arrebatárselo y apuñalarle.

Tras concluir las declaraciones, el representante del Ministerio Público ha aportado al tribunal sendas comparecencias en Instrucción para que consten las contradicciones frente a las versiones que en su día manifestaron ante el juez que instruye el caso.

En la sesión ha comparecido el vecino en cuya vivienda ocurrieron los hechos, relatando que la discusión se produjo porque Iván no quería cambiar la casa en la que residía de forma okupa con la de Adolfo.

Según su testimonio, no pudo ver los machetazos porque Libertad le estaba intentando apuñalar. "Llegaron los dos con un tercero e Iván les dijo que no iba a cambiarles el piso. Y fue cuando cogieron los machetes", ha relatado.

Un tercero si identificar

El asesinato se produjo sobre las 18:00 horas del 16 de febrero de 2019 cuando los dos acusados, junto a otra persona sin identificar, iniciaron una discusión con la víctima en una vivienda ubicada en la localidad de Anchuelo.

Según el escrito del fiscal, los procesados cogieron un machete de la vivienda y golpearon a la víctima en la cabeza. Además, le apuñalaron en el corazón, muriendo en el acto como consecuencia de una herida cardiaca.

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